Esta semana nos hemos propuesto quitarte la pereza de los primeros fríos y sacarte de casa. El frío, la lluvia y el viento, esos “demonios” climatológicos que nos acechan en la cabeza cada vez que tenemos la intención de dejar la manta para activar nuestro cuerpo. Son los ángeles y los demonios que rondan a la hora de tomar la decisión.
Pues bien, no nos queda otra que recomendarte que no abras nunca la puerta a los demonios ya que intentarán tirar de ti y piensa siempre que esos buenos angelillos velan por tu salud para que el frío no se interponga a la hora de hacer ejercicio.
Y es que la ciencia está de lado de los buenos. Las distintas investigaciones nos dicen que correr con frío no solo no es malo para ti, sino que además es beneficioso. Correr o practicar cualquier deporte al aire libre cuando hace mucho frío tiene muchos más beneficios de los que pensabas: se mejora la capacidad física, la resistencia y la fuerza de los músculos y, además, se queman más calorías. ¿Necesitas más razones para darle un buen portazo a los demonios?
Compartimos tanto los beneficios como las precauciones que hay que tomar para entrenar con los termómetros tiritando.
Correr con frío adelgaza más
¿Sabes aquello que siempre hemos pensado que se queman más calorías cuanto hace más calor y que así se adelgaza más? Pues bien, esto no sólo no es cierto sino todo lo contrario ya que sudar más no equivale a quemar más grasas. Es decir, cuando baja el termómetro, nuestro cuerpo consume más calorías, precisamente para compensar esa bajada térmica. Según los expertos, hay muchos indicios de que el ejercicio y el frío activan un tipo de grasa “buena” que quema calorías.
Según la especialista en nutrición de la Unidad de Obesidad de los Hospitales Quirónsalud, Carolina Pérez, “cuando el termómetro marca de 25ºC a 30ºC de temperatura ambiental, nuestro cuerpo no necesita consumir energía. Pero cuando desciende , el organismo tiende a producir tejido “adiposo pardo”, grasa buena que quema energía y glucosa y produce el calor necesario para mantener el calor corporal”.
Hay que tener en cuenta, que la mitad de las calorías que tomamos tienen el objetivo de mantener la temperatura corporal: de esta forma, si hace frío en el ambiente, necesitamos generar más calorías. Por lo tanto, cuando el baja el termómetro, el cuerpo pone en marcha toda una serie de procesos para contrarrestarlo, lo cual puede suponer el gasto de hasta un 30% del presupuesto energético total del cuerpo. Y, cuanta más grasa dediquemos a ello, menos probable es que padezcamos diabetes, sobrepeso u obesidad.
Así, las bajas temperaturas “activan” el consumo de grasas que ayudan a adelgazar.
¿Cómo te quedas? Pues hay más beneficios y razones para que te calces las zapatillas y salgas a entrenar bajo cero.
Sin apenas peligro de deshidratación
Lógicamente, en invierno y con temperaturas frías el cuerpo necesita menos recursospara mantenerse hidratado. Así, se reduce mucho los riesgos de tener una deshidratación si por ejemplo estamos haciendo running. No obstante, recuerda estar siempre bien hidratado en invierno. El esfuerzo extra genera una importante pérdida de agua que se debe compensar para evitar la aparición de la fatiga y la reducción del rendimiento.
Se refuerza el sistema inmunológico
Un artículo publicado en Journal of Applied Physiology extrajo que la exposición al frío bajo los efectos del ejercicio aumenta el número de leucocitos y granulocitos, responsables del funcionamiento del sistema inmunológico. Es un hecho que el entrenamiento al aire libre mejora nuestro sistema inmune y aun más, algunas investigaciones realizadas como la de la Mayo Foundation for Medical Education and Research, apuntan a que entrenar bajo un ambiente frío se puede llegar a reducir la posibilidad de padecer gripe hasta en un 30%.
Precauciones para hacer deporte con frío
A pesar de todos los beneficios que te hemos contado a la hora de hacer ejercicio con las temperaturas bajas, también tenemos que tener en cuenta ciertas precauciones:
- El calentamiento debe ser más exhaustivo en estas fechas. Con el frío los músculos y los tendones se contraen y tenemos mayor riesgo de lesión si no los hemos trabajado previamente.
- Si puedes, practica deporte al mediodía, es decir, cuando la temperatura sea más suave. También ten en cuenta factores como el viento de forma que si sales a correr empieza de cara al viento, así la sensación térmica al volver con el cansancio y el sudor será más suave.
- En este enlace os damos las claves de la indumentaria necesaria para correr en el medio natural cuando las condiciones meteorológicas son adversas. En este momento entra en juego la llamada “teoría de las tres capas”, el objetivo principal de esta teoría es mantener el cuerpo seco, evitando tanto la condensación del sudor como la humedad procedente de lluvia o nieve, mientras aseguramos el mantenimiento de la temperatura corporal y el aislamiento del frío y el viento.
Los beneficios de entrenar con frío
- Aunque haga frío, estamos realizando el mismo ejercicio que en verano y es necesario hidratar el cuerpo antes, durante y después. Ya hemos comentado que puede parecer que no nos esforzamos bastante porque la sudoración es distinta pero no te dejes engañar.
- Eso si, en cuando llegues a casa relájate con una buena ducha caliente y reconstituyente.
- En definitiva, correr con frío no debe asustar a nadie, incluso es una bonita forma de ver y disfrutar de paisajes distintos si, sobre todo, los alrededores están cubiertos de nieve.
Más información: https://www.personalrunning.com/