La carne de pollo es rica en proteínas, vitaminas como la niacina y minerales como el fósforo, el potasio y el cinc. Por ello es uno de los alimentos que no deben faltar en nuestra dieta diaria y es muy importante en el menú de los más pequeños de la casa. La proteína ayuda a desarrollar tejidos y músculos además la niacina ayuda al cuerpo acceder a la energía de los alimentos, para que los niños y niñas aprovechen al máximo todo lo que comen.
Pero no solo es saludable, además el pollo es una carne de sabor suave y muy fácil de digerir, por ello se suele recomendar para debutar con el consumo de carne en forma de sopas y purés. Y nuestros niños más mayores también están encantados, disfrutan muchísimo de este riquísimo alimento que podemos tomar de mil maneras.
Lo que más disfrutan los peques son las croquetas y nuggets, y por qué no vamos a darle ese capricho si hechas en casa son muy saludables. Las croquetas salen deliciosas con restos de pollo asado y para preparar nuggets utilizamos carne picada de pollo.
Los filetes de pechuga también están entre sus preferidos, riquísimas empanadas, a la plancha, marinadas… con un poco de arroz, unas verduras salteadas o un puré de patatas tenemos ya un plato completo, fácil y muy nutritivo.
En invierno podemos preparar deliciosos caldos de pollo sin más que dorar la carcasa a fuego fuerte hasta que dore y después cubrir de caldo y cocinar con verduras como el apio, el puerro, la zanahoria, la cebolla,… y una ramita de perejil. Nos servirá como fondo para preparar sopas con pasta o arroz que nuestro niños se comen tan bien.