¿Sabías que cuando salimos a correr con temperaturas calurosas es importante evitar la ropa de algodón o materiales similares? Así es. Este tipo de material no transpira bien, y además es un tejido que se empapa demasiado. Esto hará que no eliminemos bien el calor, nos provocará un aumento de la sudoración y hará que nos mantengamos húmedos e incómodos.

Os vamos a seguir dando respuesta a muchas más cuestiones referentes al mundo running.  Hoy vamos a explicar cuál es la ropa más adecuada para salir a correr.

Con temperaturas calurosas

 

Actualmente existen prendas técnicas de material transpirable y muy ligeras que son las que debemos escoger durante estos meses. No es necesario comprar la camiseta más cara de una determinada marca, sino que simples camisetas técnicas baratas nos pueden servir perfectamente. Por supuesto que un pantalón corto de un tejido técnico será la prenda inferior para la parte inferior del cuerpo.

Si vamos a correr al sol, también es importante ir provisto de una gorra, a poder ser también de un tejido ligero y transpirable. Si además hace calor, no olvidemos llevar un calcetín fino y dejar los calcetines de invierno en el armario. Con la mayor sudoración, un calcetín más gordo puede hacer que se arrugue y acabe creando ampollas en los pies.

Con temperaturas más frescas

 

Si la temperatura ya es más fresca, pero aun es llevadera, bastará con ponernos un «cortavientos» encima de la camiseta técnica. Esta es una chaqueta de un tejido plástico que evita el paso del viento, y hará que mantengamos la temperatura corporal. En la parte inferior podemos seguir manteniendo un pantalón corto, ya que el frío en las piernas se tolera mucho mejor que en la parte superior del cuerpo.

Si la temperatura es más gélida, con una temperatura inferior a los 10 grados, habrá que tratar de ponernos más capas de ropa. Las distintas investigaciones nos dicen que correr con frío no solo no es malo para ti, sino que además es beneficioso. Correr o practicar cualquier deporte al aire libre cuando hace mucho frío  tiene muchos más beneficios de los que pensabas: se mejora la capacidad física, la resistencia y la fuerza de los músculos y, además, se queman más calorías, según explicábamos en este post.

En este caso, en la parte superior del cuerpo, la primera capa debería ser una camiseta interior, de las denominadas prendas térmicas. Esta prenda ha de ser lo más ajustada posible para evitar el paso de viento entre la prenda y nuestro cuerpo, para así mantener de la manera más eficaz la temperatura corporal. Además debe ser de un material no absorbente y transpirable que permite dejar pasar el sudor.

Encima de esta capa térmica, deberíamos colocarlos una prenda impermeable que nos proteja del frío, la lluvia y nos aísle del viento. Aquí utilizaríamos un cortavientos (como hemos dicho anteriormente) o un chubasquero o chaqueta con membrana impermeable.

Si la temperatura fuese muy extrema, próxima o por debajo de 0 grados, sería aconsejable utilizar una capa intermedia entre las dos que hemos expuesto anteriormente, utilizando un total de tres capas. Aquí utilizaríamos prendas como un forro polar o una sudadera transpirable. Con esta capa nos aislaríamos térmicamente, no dejando escapar el calor producido por el cuerpo ni permitiendo entrar el frío exterior, ayudando a mantener una temperatura corporal adecuada mediante la evacuación del sudor.

 

Si durante la actividad tenemos demasiado calor, siempre podemos quitarnos una capa para estar más cómodos. Siempre es mejor tener ropa de sobra que vernos en una situación en la que no aguantemos el frío.

Para la parte inferior del cuerpo, lo ideal es usar unas mallas ajustadas para mantener la temperatura de nuestras piernas. En función del grado de frío que haga, las mallas pueden ser más o menos gruesas.

Con frío también son indispensables otras prendas de abrigo como calcetines de invierno, gorro, braga para el cuello y guantes, ya que las manos, los pies y la cabeza son las zonas por donde más temperatura se pierde y, por tanto, debemos tenerlos bien cubiertos si queremos mantener la temperatura corporal.

Accesorios

 

Cada vez tenemos mayor tecnología a nuestro alcance (Relojes deportivos, pulsómetros, pulseras de actividad, aps móviles, …), y por supuesto, el mundo del running no se queda al margen de estos avances. En la actualidad, es muy común tener un reloj deportivo con medidor de frecuencia cardiaca o pulsómetro, GPS y muchas más utilidades, así como pulseras de actividad, Smart Watch o aplicaciones móviles para registrar nuestra actividad con nuestro Smartphone.

Este tipo de aplicaciones y dispositivos nos ofrecen un seguimiento diario, registrándonos toda nuestra actividad y guardándola dentro de nuestro perfil, lo cual hace que podamos compararlo con registros anteriores e ir viendo nuestra evolución, y en muchas ocasiones esto nos ayuda a mantener la motivación para seguir haciendo ejercicio físico. 

Todo este tipo de tecnología nos aporta una gran información tanto de nuestro entrenamiento como de nuestra actividad diaria, e incluso nos da información sobre que entrenamientos seguir, los periodos de descanso que debemos guardar, etc.

Para muchos runners, todas estas apps se han convertido en imprescindibles, pero no deberíamos caer en el error de que las aplicaciones guíen nuestra actividad, ya que los datos e información que nos da puede no ser del todo precisa. Por tanto, también debemos aprender a escuchar a nuestro cuerpo y guiarnos por nuestras sensaciones, además de, por supuesto, dejarnos asesorar por personal cualificado que será quien más conocimiento tenga sobre cómo desarrollar nuestro entrenamiento.