Como ya todos conocemos, la actividad física estimula la secreción de hormonas responsables de sensación de bienestar. Son las endorfinas. Una sustancia asociada al placer físico que nos permite sentir felicidad, alegría y hasta euforia, funcionando además como un analgésico natural, ya que reduce el sentimiento de dolor así como la ansiedad y el estrés.

Es por esto que el ejercicio es un medio para incrementar tu vitalidad y tu energía ya que después de realizar una actividad física o realizar algo que te complazca mucho como una sesión de masajes, el cerebro produce estas sustancias naturales responsables de las sensaciones de alivio, calma y bienestar. Por eso, el nivel de endorfinas disminuye en momentos desagradables como una discusión, una caída o un accidente.

Desde aquí te invitamos a descubrir tu índice de vitalidad y así cambiar o variar todo aquello que te impide ser una persona motivada y vital. Y, el deporte, será uno de los aspectos que llenarán tu vida de energía.

Para ello te animamos a que hagas ejercicio a menudo como caminar o correr, dos actividades que van a ayudarte a conseguir este objetivo.

Si te estás iniciando en el running o en salir a caminar todos los días un buen trecho, te aconsejamos que tengas a mano esta información:

  • Tanto correr como caminar son dos buenas opciones para realizar un buen trabajo cardiovascular y entrenar el músculo del corazón.
  • Ambas opciones te cargan y recargan de vitalidad y favorecen enormemente el nivel del estado anímico. Aunque hay estudios que indican que las actividades intensas y sostenidas como el correr, proporciona una sensación de bienestar psicológica, de euforia, que no aporta el caminar.
  • Caminar y correr favorecen el riego sanguíneo cerebral, ayudan a preservar la memoria, aumentan el rendimiento intelectual y reducen el riesgo de ictus y de Alzheimer.
  • Las personas que están buscando perder peso, correr o caminar les ayudará con este objetivo. Es cierto que correr consume más calorías que caminar. Pero andar a paso acelerado quema aproximadamente el mismo número de calorías por kilómetro, aunque lleva más tiempo alcanzar la misma distancia.
  • Si lo que queremos es una mejora más rápida y efectiva para quemar calorías, la carrera es nuestra actividad. Lo ideal es correr 2 o 3 veces por semana entre 30 y 60 minutos dependiendo del nivel que tengamos y del objetivo que queramos conseguir.
  • Si lo que queremos es realizar una actividad cardiovascular y no nos atrevemos con la carrera, andar es también una actividad muy beneficiosa y que nos llenará de vitalidad.
  • Caminar nos permite salir todos los días de la semana entre media hora y hora y media ya que a nivel articular es mucho menos agresivo y también va a dar lugar a un aumento de quema de calorías y grasas que nos permitirá poco a poco encontrarnos mejor y con mucha más vitalidad tanto a nivel deportivo como en nuestra vida diaria.
  • Una opción excelente son los “cacos”: combinar minutos de caminar con minutos de correr. Puedes empezar corriendo 1 minuto y andar 3 minutos. Progresivamente irás aumentando el tiempo de carrera y disminuyendo el tiempo de andar. Así, acabarás sin darte cuenta corriendo.
  • En cualquiera de las opciones que elijas, piensa siempre que la mejor decisión es consultar con un experto que te asesore sobre el mejor plan de entrenamiento para ti según tus condiciones y necesidades.