En este post apuntamos algunos aspectos a tener en cuenta sobre actividad física y energía que pueden ayudar a mejorar el rendimiento físico. El deporte, junto con una correcta alimentación, permite afrontar cualquier actividad diaria con vitalidad y sin fatigas.

1.La actividad física puede influir en el metabolismo energético. Un cuerpo acostumbrado al ejercicio físico aprovecha mejor el oxígeno y los nutrientes, lo cual facilita la obtención y uso de energía. Así que es importante empezar el día con energía; el ejercicio físico es el mejor despertador para que las células se activen. Éstas reciben una saludable ducha de endorfinas que hará que nos sintamos con más vitalidad cada mañana.

2. Está demostrado que el deporte al aire libre contribuye a sentirnos mejor. Algunos estudios indican que con un ejercicio moderado al aire libre, es suficiente para aumentar la autoestima y sentirse bien. Y es que hacer deporte libera endorfinas, esa sustancia conocida como las hormonas de la felicidad.

3. Nuestros músculos necesitan ejercicio, y más en estos tiempos en los que nos pasamos sentados ocho horas frente al ordenador. No queremos ser alarmistas, pero según la OMS, la inactividad física tiene un costo de 48.438 millones de euros en atención de salud directa. La falta de movimiento es un pasaporte para padecer enfermedadescomo las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes o el cáncer de mama o de colon,origen del 71 % de todas las muertes en el mundo, entre ellas la de 15 millones de personas cada año con edades entre los 30 y los 70. Por lo tanto, realizar algún tipo de entrenamiento nos va a ayudar a mejorar nuestra energía y a evitar consecuencias irreparables en nuestra salud.

4. Evidentemente, la energía que se necesita para realizar ejercicio físico dependerá del tipo de deporte que se realice. Por eso es importante contar con la ayuda de un profesional que sepa perfectamente adaptar un plan de entrenamiento según objetivos y necesidades. En cualquier caso, lo que realicemos, si es regular y está adaptado a los progresos, será beneficioso para la salud y la vitalidad. Es necesario escoger un deporte que nos guste y, siempre, con retos graduales.

Ejercicio y deporte para ayudar a mejorar nuestra energía y condición física

5. Las conductas que representan un peligro para la conservación de la salud se consideran factores de riesgo. Dos de los principales, con mayor influencia negativa en las patologías crónicas, son el sedentarismo y la alimentación inadecuada. Cualquier actividad física supone un gasto de energía para nuestro organismo, y cada práctica deportiva requiere un aporte energético específico dependiendo del tipo, intensidad y duración del ejercicio.

6. Cuando se realiza deporte debemos aumentar el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono –arroz, maíz, cereales en copos, galletas, pan, pastas, patatas, legumbres– del 55 % habitual a un 70 % del total de la dieta, ya que cuando se agotan las reservas aparece la temida ‘pájara’. Respecto a las proteínas, no es preciso ingerir cantidades extras, y en cuanto a las grasas, disminuiremos ligeramente su porcentaje en la dieta.

Las personas físicamente activas disfrutan de una mayor calidad de vida. Hay que recordar también que un buen descanso y una buena alimentación contribuyen a mejorar el rendimiento físico. Por eso, incorporar hábitos saludables al día a día aportará bienestar y ayudará a mantener nuestra salud y vitalidad.

Te invitamos a descubrir tu índice de vitalidad en la web de Espacio Vitalidad, donde encontrarás más consejos para mejorar tu vitalidad. Ya sabes: el ejercicio físico será uno de los aspectos que llenarán tu vida de energía.